Alimentación de la madre lactante
Sabías qué…?
Durante el período de lactancia la mujer por lo general no menstrúa. La duración de la amenorrea varía desde un período corto de cuatro meses hasta uno prolongado de 18 meses o más. Durante este tiempo la madre lactante conservará el hierro que pierde en cada período menstrual.
La leche materna es el único alimento, diseñado por la naturaleza, que contiene todos los nutrimentos (carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales) que un bebé necesita para su desarrollo y sano crecimiento.
Además de estar libre de bacterias y virus, contiene anticuerpos que reducen el riesgo de padecer enfermedades crónicas y peligrosas, como diarrea y neumonía, principales causas de mortalidad infantil a nivel mundial.
El periodo de lactancia supone un desgaste extra de las reservas de la madre y, por ello, debe llevar una alimentación adecuada.
Para la nutrióloga Ana Mari González los principios para una dieta correcta para la madre son:
– Comer cuando se tenga hambre, pues los primeros 3 meses aumenta la demanda de 300 a 500 calorías. Seleccionar una gran variedad de alimentos, sin caer en excesos.
– Consumir al menos 5 porciones de verduras y frutas. – Incluir alimentos a base de granos enteros (trigo, maíz, centeno, avena, arroz, cebada, etc)
– Consumir alimentos ricos en proteínas, ya sean de origen animal o leguminoso como lentejas, frijoles, garbanzos.
– Consumir alimentos ricos en grasas insaturadas como aguacate, aceite de oliva, nueces, salmón, entre otros.
La conversión de nutrientes de los alimentos a nutrientes de la leche materna no es total. En el caso de energía es alrededor del 80 por ciento, y por lo tanto, por cada 800 kcal de la leche materna, la madre necesita consumir 1 000 kcal en sus alimentos. Para mantener un buen estado nutricional la mujer que lacta tiene que elevar el consumo de nutrientes.
Niveles seguros de consumo de nutrientes seleccionados para una mujer activa en edad reproductiva
Condición | Peso (kg) | Energía (Kcal.) | Proteína (g) | Hierro (mg) | Vitamina A (µg retinol) | Vitamina C (mg) | Folato (µg) |
No embarazada o lactando | 55 | 2210 | 49 | 24-48 | 500 | 30 | 170 |
Embarazada | 55 | 2410 | 56 | 38-76 | 600 | 30 | 420 |
Lactando | 55 | 2710 | 69 | 13-26 | 850 | 30 | 270 |
El contenido de grasa en la leche materna varía un poco. Los carbohidratos, proteína, grasa, calcio y hierro no cambian mucho aunque la madre consuma poco de estas sustancias en su dieta. Una madre cuya dieta sea deficiente de tiamina y de vitaminas A y C produce, sin embargo, menos de estos nutrientes en su leche.
La carencia de tiamina en la madre lactante puede ocasionar un beriberi infantil en el niño. En general, el efecto de una nutrición deficiente en la mujer que lacta, es la reducción en la cantidad antes que en la calidad de la leche materna.
Beriberi infantil
El beriberi es la única enfermedad grave por deficiencia nutricional que a veces ataca a niños menores de seis meses de edad, por lo demás normales, y que reciben cantidades adecuadas de leche materna. Resulta del insuficiente contenido de tiamina en la leche de madres con falta de esta vitamina, aunque la madre a menudo no tiene signos visibles de beriberi.
El beriberi infantil por lo general se presenta entre los dos y los seis meses de edad. En la forma aguda, el bebé desarrolla disnea y cianosis y pronto fallece por falla cardíaca. En la variedad más prolongada, el signo clásico es la afonía: el niño hace movimientos para llorar, pero es como un mimo bien entrenado, no emite sonido alguno o como máximo emite quejidos tenues. El niño se desgasta y se torna delgado, presenta vómito y diarrea, y a medida que avanza la enfermedad se vuelve marásmico por carencia de energía y nutrientes. Ocasionalmente se observan edema y convulsiones, que se han descrito en las etapas terminales.