Aneurisma Cerebral
Un aneurisma cerebral (también llamado intracraneal) se forma dentro de las paredes de una arteria en el cerebro debido a una debilidad en los vasos sanguíneos. Con el tiempo, el área débil de la arteria se vuelve más delgada y sobresale (como un globo) debido al flujo sanguíneo y un golpeteo contra la pared de los vasos.
La mayoría de los aneurismas cerebrales son congénitos, es decir, se deben a una anormalidad en la pared arterial. Los aneurismas cerebrales son más comunes en las personas con ciertas enfermedades genéticas como trastornos del tejido conjuntivo, enfermedad del riñón poli quístico y ciertos trastornos circulatorios, como malformaciones arteriovenosas.
Otras causas pueden ser un traumatismo o una lesión craneal, alta presión arterial, infección, tumores, arteriosclerosis y otras enfermedades del sistema vascular, fumar cigarrillos o consumir drogas. La mayoría de los aneurismas cerebrales se forman sin ningún síntoma, sin embargo, un aneurisma más grande que crece constantemente puede comprimir nervios y tejidos, además, conforme pasa el tiempo y la arteria abultada se vuelve más delgada, el aneurisma se puede romper, causando un sangrado en el cerebro.
El principal peligro de un aneurisma es que se rompa y ocasione un ictus hemorrágico o hemorragia cerebral. Cuando esto ocurre, una parte del cerebro deja de recibir el flujo sanguíneo que precisa.
En este sentido, los especialistas de la Fundación del Cerebro aclaran que este es “el órgano humano que consume mayores cantidades de oxígeno y de glucosa. Necesita una quinta parte de la sangre que sale del corazón para su normal funcionamiento. Esto explica que el sistema nervioso sea un tejido muy sensible a las alteraciones del aporte de sangre”.
Los síntomas de un aneurisma roto a menudo incluyen un comienzo repentino de dolores de cabeza severos – la mayoría de pacientes lo describen como el peor dolor de cabeza que han sentido en su vida.
Un aneurisma roto puede detectarse al realizar imágenes del cerebro – como una resonancia magnética – cuando un paciente está siendo evaluado por otra condición. Si se descubre un aneurisma, es importante ver a un neurocirujano con experiencia en diagnósticos, administración, y tratamiento de aneurismas cerebrales no rotos. (Sociedad Española de Neurología)
Tipos de Aneurismas Cerebrales
Hay dos tipos de aneurismas que pueden ocurrir en el cerebro:
- Aneurisma sacular: Es el tipo más común de aneurisma, y también se llama aneurisma “baya” debido a su forma. Un aneurisma sacular se ve como un saco o baya que se forma más normalmente en una intersección (o “Y”) en la red de arterias ubicada en la base del cerebro (también llamado el polígono de Willis).
- Aneurisma fusiforme: Un tipo menos común de aneurisma que parece como un ensanchamiento de toda la arteria en el área débil.
Datos del Aneurisma Cerebral
- Los aneurismas cerebrales son más comunes en mujeres que en hombres (proporción de 3:2).
- Aproximadamente el 10-15 por ciento de los pacientes diagnosticados con aneurisma cerebral tendrán más de un aneurisma.
- Los aneurismas cerebrales ocurren más comúnmente en adultos de 35 a 60 años, pero también pueden ocurrir les a los niños. La mayoría de aneurismas se desarrollan después de los 40 años y no presentan síntomas.
- El diagnóstico y tratamiento oportunos y exactos son importantes para asegurar buenos resultados para los pacientes y su supervivencia.
- Aproximadamente el 15 por ciento de los pacientes con un aneurisma cerebral roto (hemorragia subaracnoidea) mueren antes de llegar al hospital. La muerte ocurre debido al sangrado rápido y severo en el cerebro.
- Los aneurismas cerebrales rotos causan la muerte en alrededor del 40 por ciento de los pacientes. De aquellos pacientes que sobreviven, casi la mitad tendrán algún tipo de discapacidad permanente. (Mayoclinic.org)