Día Internacional para la Prevención del Suicidio

Desde el 2003, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha promovido cada 10 de septiembre el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. El objetivo de este día es concientizar a nivel mundial que el suicidio puede prevenirse.

La prevención del suicidio sigue siendo un desafío universal. Cada año, el suicidio se encuentra entre las 20 principales causas de muerte a nivel mundial para personas de todas las edades. Es responsable de más de 800.000 muertes, lo que equivale a un suicidio cada 40 segundos.

 

Cada vida perdida representa al compañero, hijo, padre, amigo o colega de alguien. Por cada suicidio, aproximadamente 135 personas sufren un dolor intenso o se ven afectadas de alguna manera. Esto equivale a 108 millones de personas al año que están profundamente afectadas por la conducta suicida. La conducta suicida incluye el suicidio, y también incluye la ideación suicida y los intentos de suicidio. Por cada suicidio, 25 personas hacen un intento de suicidio y muchos más tienen ideación suicida.

 

Factores de riesgo para el suicidio

La conducta suicida es un problema complejo en el que intervienen todo tipo de factores: psicológicos, ambientales, sociales y biológicos. Es decir, es el resultado de una convergencia de factores de riesgo tanto genéticos, psicológicos, sociales y culturales, etc, a veces combinados con experiencias de trauma y pérdida. Sin embargo, existen algunas causas muy bien determinadas que influyen en las conductas suicidas:

En los niños y adolescentes, influyen especialmente factores como la historia psiquiátrica familiar, enfermedades mentales, la pérdida de un ser querido, la depresión, aislamiento social, abuso de drogas y alcohol.

Para las mujeres y hombres, suponen un factor muy importante las relaciones con otras personas, la violencia doméstica o el estrés en el ámbito de la familia, sin olvidar enfermedades mentales, abuso de alcohol y drogas, entornos familiares problemáticos.

Los estudios señalan que en el grupo de edad de las personas mayores cuentan especialmente factores como la depresión, el dolor físico a causa de una enfermedad, el aislamiento social y familiar.

Las personas que se quitan la vida representan un grupo heterogéneo, con influencias causales únicas, complejas y multifacéticas que preceden a su acto final. Tal heterogeneidad presenta desafíos para los expertos en prevención del suicidio. Estos desafíos se pueden superar adoptando un enfoque multinivel y cohesionado para su prevención. No obstante, cada persona vive un universo concreto que habría que analizar para determinar cómo ayudarle a superar la etapa por la que está pasando y evitar las conductas suicidas.

 

Señales de alerta del suicidio

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Prevenir el suicidio con frecuencia es posible!  Si alguna persona presenta uno o más de los síntomas expuestos previamente, lo más recomendable es que se busque ayuda de un psiquiatra capacitado para atenderlo y de esta forma determinar si es que efectivamente existe algún tipo de trastorno del ánimo.  Así mismo, los familiares de pacientes con más factores de riesgo deben conversar con sus seres queridos para mantenerse al tanto de cómo se están sintiendo y prestarles toda la atención necesaria. Esto, porque muchas veces las señales de suicidio se pasan por alto, ya que se piensa que son actitudes “para llamar la atención”.

(OMS, Centro de Información de las Naciones Unidas, diainternacionalde.com )